La palabra ‘chino’ posee gran variedad de significados a lo largo y ancho de todos los territorios de habla hispana, no obstante, para la parte central de Colombia es un regionalismo utilizado para designar a alguien joven, usualmente niños. Hacer uso de este término a forma de título se debe a tres razones estrechamente relacionadas con la vida y obra de Carlos Caicedo Zambrano. La primera, en mención a la historia del mismo Caicedo, quien contaba que, en sus inicios en el mundo de la fotografía, fue ‘chino mandadero’ para el estudio Foto Schimmer. La segunda, su interés por capturar la infancia colombiana, que es a su vez el objeto de este texto, en momentos tan complejos de la historia nacional como lo fue la segunda mitad del siglo XX. La última, aludiendo al lenguaje propio de los bogotanos de a pie, el cual el fotógrafo usaba para escribir su columna “Cámara y Letras” para el periódico El Tiempo.
Para conocimiento de quien lee, Carlos Caicedo Zambrano fue un reconocido fotógrafo colombiano, activo particularmente durante la segunda mitad del siglo XX. A pesar de que autores como Eduardo Serrano y Santiago Rueda Fajardo reconocen la importancia de Caicedo para la fotografía colombiana tanto por su contenido histórico como por su valor estético, tras el retiro y fallecimiento del fotógrafo en 2015, su obra ha sido, en tiempos más recientes, poco abordada entre los circuitos del arte contemporáneo y la producción académica. La fotografía de Caicedo es un archivo fotográfico que habla principalmente de la identidad bogotana; una ciudad capital que afrontaba no solamente los altibajos de la desigualdad y violencia interna del país, sino también las exigencias de las agendas internacionales en miras de su consolidación como una ciudad moderna .
La producción de Caicedo se inscribe en un periodo bastante álgido de la historia nacional (1940-2015), periodo que comprende episodios como el Bogotazo, La Violencia, la apertura económica, el crecimiento de las principales ciudades del país, entre otras. Una de sus temáticas más recurrentes, la niñez, fue también una cuestión de particular interés para distintos gobiernos durante este mismo periodo. Ejemplos de esto son las presidencias de los liberales Alfonso López Pumarejo (1934-1938 y 1942-1945) y Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), quienes abordaron la niñez como un periodo de formación, educación, protección y cuidado. Durante la presidencia de este último, se creó la Ley 0075 de 1968, también conocida como la Ley del Bienestar Familiar o Ley Cecilia, con la cual nace el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y se establecen una serie de directrices sobre al cuidado de los niños y niñas del país, así como también los deberes de los directamente responsables de los menores.
El objetivo de este texto es ver la niñez colombiana a través del lente de Carlos Caicedo, en circunstancias que dieron forma a la la creación de la Ley Cecilia y los efectos de esta última hasta la década de los noventas. Para ello, usaré como hilo conductor una fotografía de Caicedo tomada en 1979 (Fig. 1). Esta fotografía, además de tener la niñez como temática central, permite abordar aspectos relacionados a esta, dada la cantidad de elementos presentes en la imagen con gran significado histórico y político que, a la par, permiten entablar relación con otras imágenes del fotógrafo.
Figura 1
Esta primera fotografía, la cual no posee título, fue capturada durante la inauguración de las olimpiadas infantiles organizadas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en 1979. Esta imagen responde a factores formales y de contenido, que son característicos de la fotografía de Caicedo. A nivel de contenido, es claro que esta fotografía habla sobre la niñez, en un contexto que, como ya fue mencionado, fue objeto para la construcción de política pública.
Con respecto al aspecto formal, destacan la presencia del instante decisivo y el uso de texto dentro de las imágenes. El primero de estos distintivos es evidente, pues a primera vista, justo en el centro de la composición se encuentra un niño saltando con una bandera en las manos. Esta precisión dentro de la fotografía implica la espera e intuición de lo que ocurrirá en una determinada escena para lograr este tipo de composición, para realizar la captura en el momento exacto; el ‘instante decisivo’. Por otro lado, el uso de textos está presente con las pancartas al fondo de la imagen. El lenguaje escrito es un recurso ampliamente usado por Caicedo para profundizar o hacer énfasis en la temática de sus fotografías.
Al detallar más en la imagen, hay varios aspectos que llaman la atención. Por un lado, los mensajes escritos en las pancartas, algunos de ellos rezan “Seguridad social”, “SOS”, “¿Derechos del niño?”, “Educación”, entre otros. Por otro lado, el letrero de mayor tamaño que se encuentra en la parte superior de las gradas tiene escrito el mensaje “1979 Año Internacional del Niño”. El hecho de que este tipo de mensajes converjan en la inauguración de unas olimpiadas infantiles, pone en evidencia que el cuidado del niño en la sociedad contemporánea no es un tema llano o de poca profundidad. Por el contrario, la yuxtaposición de estos elementos adquiere gran carga simbólica, dados sus contextos histórico y político, lo que nos hace preguntar ¿qué hace que un año sea reconocido como el “Año Internacional del Niño?, ¿Cuál es su relación con el deporte y la educación?, ¿Qué relación tiene todo esto con la política colombiana?
Figura 2
Para explicar de dónde surgen las preocupaciones por los ‘chinos’ y las ‘chinas’ en Colombia es necesario ver algunos de los aspectos históricos que anteceden a la creación de la Ley del Bienestar familiar. Para ello, me remitiré a otras fotografías tomadas por Caicedo (Figs.2-5), las cuales permiten entablar un diálogo entre ellas y con la fotografía principal del texto (Fig. 1), en torno a la imagen del infante y su contexto en épocas distintas.
Figura 3
De manera general las fotografías de esta sección muestran niños en situaciones distintas. Las cuatro capturas fueron hechas en la década de 1950. Así, las fotografías 2 y 3 presentan, a primera vista, la imagen de un niño trabajando en una construcción. La imagen de este niño de apariencia lánguida con ropa de adulto contrasta con las demás imágenes de esta sección, en las que se presentan a niños en muy distintas circunstancias, como asuntos de importancia el cuidado y la disciplina de los niños (figs 4 y 5).
Al entrar en detalle, las dos primeras fotografías de esta sección fueron hechas en 1954 durante la construcción de una ciudadela en Bogotá. Estas fotografías anteceden por más de veinte años la fotografía de las olimpiadas infantiles, lo cual permite evidenciar algunos de los cambios en torno a la niñez, que se dieron en Colombia a raíz de las nuevas visiones frente a esta, contempladas dentro de las agendas políticas del siglo pasado. En comparación con la fotografía principal, uno de los aspectos más sobresalientes es la apariencia física de los dos niños protagonistas de las imágenes: el niño de la construcción aparenta una contextura más delgada y débil en comparación con aquel de las olimpiadas. Asimismo, los atuendos usados por ambos niños hablan mucho sobre los cambios en la infancia, pues uno de los factores diferenciadores que trajo consigo la modernidad fue la ropa infantil que se distingue en su diseño a la ropa de adulto y, a su vez, establece un carácter binario en el género, entre niño y niña.
También es vital aludir las actividades hechas por ambos chicos. En su documental “Los chircales”, Jorge Silva y Marta Rodríguez retratan la vida de una familia bogotana que reside y trabaja en una fábrica de ladrillos. Varios fragmentos del documental muestran la participación de los niños y niñas en el trabajo, cargando y haciendo ladrillos. En una frase de la voz en off, Silva dice: “La infancia no es una etapa protegida; el niño se ve obligado prematuramente a asumir la responsabilidad del adulto”. Frente a esto vale la pena señalar dos cosas. La primera, la importancia por retratar la infancia en las artes durante la segunda mitad del s.XX, lo cual demuestra la preocupación de la sociedad colombiana por la infancia. Esto se constata al tener en cuenta las fechas en que fueron realizadas estas fotografías y el documental, a saber, las fotografías 2 y 3 fueron realizados en la década del 50, mientras la producción de “Los chírcales” inició en 1966 y terminó en 1972, es decir, tres años antes y después de la creación de la Ley 0075. Igualmente, esta preocupación se puede apreciar en los trabajos de otros fotógrafos como Viki Ospina, Nereo López y Hernan Díaz, quienes capturaron ampliamente la niñez para este mismo período de tiempo.
Figura 4
Figura 5
El segundo elemento a señalar es el cuidado de la infancia como una etapa crucial para el desarrollo mental, social, moral y físico del individuo, cuestión que se ve reflejada en el documental de los Silva y la fotografía de Caicedo. Esto se debe a que la modernidad trajo consigo un cambio radical en la forma de concebir el cuidado de los niños y niñas, logrando como resultado que, dentro de los imaginarios contemporáneos, la infancia esté asociada a entornos que contribuyan a su formación integral, caso contrario a lo que ocurre en las fotografías del niño que trabaja en la construcción (Figs. 2 y 3). De este modo, en tiempos recientes, el trabajo infantil se ha convertido en un factor de riesgo que atenta contra los derechos de los niños y niñas, siendo legalmente punible, puesto que se concibe como explotación, lo cual afecta negativamente u obstaculiza la óptima formación del niño en cualquiera de los aspectos ya mencionados .
Por su parte, las fotografías 4 y 5 abordan el cuidado y la disciplina de los niños, respectivamente. Estos dos imágenes fueron capturadas por Caicedo en un formato de 6x6 en el año 1956. En la imagen del niño en el triciclo (Fig.4), podemos ver cómo el cuidado del niño es notorio dada la atención y supervisión por parte de las señoras que se encuentran tras él. De igual modo, se puede ver la importancia del deporte, puesto que se está disponiendo una de las avenidas del centro para el ciclismo juvenil, esta foto se presume fue hecha durante una carrera de ciclismo para niños en ese año. Por su parte, la imagen de los niños en formación nos habla de la disciplina corporal y actitudinal cuando se tiene en cuenta la disposición corporal y de organización de los muchachos y, a su vez, la forma en que tiene frente a ellos las banderas de Colombia y Bogotá.
Contrastándolas con las dos primeras fotografías de esta sección se puede evidenciar cómo en la misma década la infancia se inscribía en contextos marcadamente diferentes. No obstante, estás dos fotografías guardan relación con la fotografía de las olimpiadas en tanto es posible ver un hilo conductor en la narrativa del cuidado del infante, permitiendo evidenciar la forma gradual en que estos imaginarios modernos permean en la sociedad colombiana a lo largo del siglo XX, repercutiendo en escenarios que atraviesan de forma transversal la niñez: la familia y la higiene.
De acuerdo con Jiménez, la familia es una noción producida por occidente durante los siglos XVII y XVIII, y tiene como característica principal la creación de vínculos afectivos. De ahí que un gran motor del funcionamiento familiar sean sus integrantes más jóvenes. Así , ya para la década de1960, misma de la creación de la Ley 0075, la familia colombiana estaba inmersa en un proceso de cambio en las formas de crianza, las cuales se venían gestando de varios años atrás. Este cambio planteaba explícitamente el fomento al diálogo y el brindar afecto, mientras se juzgaba el castigo físico y la ausencia paterna.
El cuidado, como se puede apreciar en la Fotografía 4, concernía directamente a la familia, ya que esta es el primer y más importante ambiente de formación de cualquier niño o niña, motivo por el que era perentorio hacer de los integrantes más jóvenes su centro de atención y de esfuerzo. Estos ideales de familia fueron muy bien recibidos gracias a la propaganda y el contenido mediático. Fue así como contenidos alusivos a este tema tuvieron gran relevancia para la época en medios de comunicación, como fue el caso de la revista ‘Your New Baby’, que ocupó por varios años un lugar en el periódico El Tiempo, mismo diario en el que trabajo Carlos Caicedo como fotoperiodista y director de fotografía. En este esta revista, se publicaban artículos para madres y padres a forma de consejos para el cuidado y crianza de los hijos.
Por otro lado, la higiene, entendida desde la limpieza hasta la disciplina y capacidad física del cuerpo, adquiere relevancia en el ámbito educativo para el adecuado crecimiento físico de los niños y niñas en búsqueda de la formación del cuerpo moderno. Dada esta definición, la higiene como apuesta política puede ser observada en ambas imágenes, aún así, de la Fotografía 5 llama mucho la atención como la disciplina se convierte en un valor relacionado con la nación, puesto que al observar la escena los niños están formados en fila izando la bandera de Colombia.
Con esto, la higiene como proceso eugenésico hizo parte importante de las agendas políticas de los siglos XIX y XX. Frente a este tema Zandra Pedraza señala que si bien las medidas higiénicas en Colombia comenzaron a finales del siglo XIX con iniciativas como la vacunación y la sanidad del territorio, no fue hasta la ejecución, en 1904, de la Ley de Educación General que el deporte comenzó a vincularse con los espacios educativos.
Esta autora añade que la relación entre la educación física con la educación integral de los chinos y chinas yace en la convicción del adiestramiento en pro de la armonía, sincronía y eficiencia del cuerpo y su óptimo desarrollo físico y moral, pues a través del deporte gimnástico, se cultiva un carácter disciplinado y coordinado, principios y valores de la época que se prolongan hasta la actualidad. Es así que, a partir de la década de 1950, las fotografías de Caicedo que retratan la niñez muestran más aspectos relacionados a esta educación integral.
Las fotografías de Caicedo que retratan la infancia nos muestran el proceso por el cual se estaban transformando las ideas alrededor de la niñez y su cuidado. Al mismo tiempo, que nos enseñan aquellos aspectos que dieron paso a la creación de la Ley 0075 de 1969 por medio de gestos tan simples como los que nos presentan las fotografías vistas hasta este punto. De esta forma, dos mujeres que corren tras un niño que va montando triciclo, tal y como se muestra en la Fotografía 4, o niños formados en fila en el patio de la escuela en la Fotografía 5, se convierten en síntoma hechos sociales que moldearon parte de la identidad colombiana contemporánea y que, eventualmente, repercutieron en la creación de la ley que que rige hasta hoy día.
Tras haber revisado algunos de los hitos más relevantes que moldearon los idearios de la niñez, es momento de ver los sucesos jurídicos que antecedieron a la Ley 0075 de 1969 y que permitieron dar los primeros pasos para la construcción de una política pública que satisficiese mejor las necesidades de la niñez colombiana. Así se analizarán los dos grandes antecedentes que tenían como objeto la formación de la infancia y la adolescencia en Colombia, estos son, la Ley 39 de 1903 y la Revolución en Marcha de Alfonso López Pumarejo.
Figura 6
Figura 7
El primer antecedente, la ley 39 de 1903 o Ley de Educación General determinaba el papel del Estado en la formación primaria, secundaria y universitaria. Aquí, se establecía la gratuidad y la vigilancia de los tres niveles educativos por parte del Estado, sin embargo, no se instituía la obligatoriedad de esta en ninguno de sus tres niveles. Con esta medida puesta en acción, se pretendía a través de la educación instruir a las nuevas generaciones en los tres pilares de la moral, la religión y los conocimientos técnicos que fortalecerían la industria y el comercio. A pesar de ello, los requerimientos para acceder a cualquier nivel educativo hacían imposible para gran parte de la población acceder a esta.
El segundo antecedente es el primer periodo presidencial, del también liberal, Alfonso López Pumarejo (1934-1938), quien hizo grandes cambios que beneficiaron la niñez y la juventud colombianas. Su plan de gobierno, llamado la “Revolución en Marcha”, proponía que el Estado debía tener mayor injerencia para afrontar las demandas de aquella época a nivel económico, educativo y cultural. En consecuencia, se eliminaron todos los impedimentos morales, religiosos y económicos que impedían a las clases medias y bajas acceder a la educación, básica, media y superior. El fin último de esta medida era entonces garantizar mano de obra calificada para la creciente economía, la cual fue una de las primeras medidas gubernamentales dentro de la historia de la modernidad colombiana, que impactó positivamente la niñez pues se garantizaba en mayor medida el derecho a la educación.
En este punto es evidente cómo los chinos y chinas ya habían pasado a ser objeto para la construcción de política pública, pues, gracias a su óptima formación, crecen como adultos útiles para la sociedad, en tanto son competentes en habilidades sociales, y técnicas para la industria y el comercio. A pesar de los avances alcanzados con la Ley General de Educación y la Revolución en Marcha, muchas niños y niñas quedaban desamparados por el Estado, justo como se puede ver en las imágenes de la construcción (Figs. 2 y 3).
Por lo tanto, era necesario crear una nueva política pública mucho más efectiva, rigurosa y amplia que permitiera no solamente abordar la infancia colombiana desde la educación sino desde otros aspectos, al mismo tiempo que abarcara a más miembros de este sector de la población. Sumado a esto, la nueva política publica debía estar en concordancia y representar los valores e idearios relacionados a las nociones de familia e higiene que había traído consigo la modernidad y que ya se estaban gestando dentro de la sociedad colombiana, pero que necesitaban ser mucho más generalizadas dentro de esta.
De este modo, el contexto político en que se enmarca la creación de la Ley 0075 de 1968 es bajo la presidencia de Carlos Lleras Restrepo. Por tal motivo, me gustaría comenzar esta sección con una fotografía de una visita del exmandatario en Villeta (fig 6). A pesar de no contar con fecha exacta de esta captura, se puede deducir por otras fotografías de esta misma visita que corresponden a su periodo presidencial (1966-1970). Como se puede apreciar en las fotografías de Lleras (Figs.6 y 7), la figura del infante dentro de la política adquiere relevancia, pues se convierte en un lugar común para generar discursos que empatizan con el pueblo, especialmente con las nuevas generaciones del país y, por lo tanto, con el futuro de la nación. Estas ideas son más claras en las fotografías 8 y 9.
Figura 8
Las siguientes dos fotografías son de la misma visita a Villeta, el primer elemento a resaltar de estas imágenes son los mensajes escritos en las pizarras lo cuales rezan “Aquí se construye la sociedad igualitaria” y “Colombia es un país en marcha hacia el desarrollo”. Ambas frases corresponden a ideales políticos, que incluso tienen vigencia actual, y las cuales contienen conceptos clave como desarrollo o igualitaria. La relación entre estos dos conceptos yace en el ideal de la polis, es decir, una sociedad en la que todos los ciudadanos viven con garantías plenas para su bienestar.
Figura 9
También vale la pena mencionar la disposición de las aulas de clase, un espacio organizado de forma tal que haya simetría entre los espacios del salón, la distribución de los pupitres proyectados para dirigir la atención en la pizarra. Un ambiente controlado a disposición del ser humano y que demuestra un ordenamiento jerárquico y funcional a forma de patrón; un ambiente óptimo en que niños y niñas no aprenden exclusivamente contenido escolar, sino moral y ético también. A este tipo de imágenes que contienen figuras geométricas implícitas, que dan la impresión de un entorno más ordenado, eficiente y controlable, se les atribuye ser estéticas de la modernidad .
A pesar de no ser imágenes que Caicedo hubiese elegido para ser publicadas, ya fuese por aparentar pasividad en su contenido o imperfecta composición, dada la intromisión de elementos que afectan su visualización, lo interesante aquí es, entonces, la interacción entre texto e imagen y el contexto en que se encuentran estas frases; una escuela. Luego es claro cómo las promesas del desarrollo están fuertemente ancladas con la reducción de las desigualdades y la garantía del bienestar, en las cuales la educación de los chinos juega un papel protagónico. Sin embargo, la garantía de dicho bienestar se cumple sí y sólo sí se cuenta con individuos productivos y que cumplan con una serie de comportamientos propios de la polis.
Así, al contemplar estas imágenes de la escuela en diálogo con la imagen de las olimpiadas, y teniendo en mente los hitos planteados en la sección anterior, se puede apreciar cómo se configuró el origen de la Ley de Bienestar Familiar, en torno a las demandas y necesidades de la sociedad colombiana, pero también de una agenda internacional que atañía a varios países adscritos a la Organización de las Naciones Unidas.
Sobre el punto anterior se hace necesario volver a las preguntas iniciales de este texto ¿Qué hace que un año sea reconocido como el “Año Internacional del Niño? Lo que hace de 1979 el Año Internacional del Niño es el reconocimiento de las necesidades que podían llegar a afrontar los niños por parte de países que conforman las Naciones Unidas, tal y como se mostró en las imágenes de la construcción de la ciudadela y muchas otras que abordan la infancia en el archivo de Caicedo. Segundo, ¿cuál es la relación del Año Internacional del Niño con el deporte y la educación?; como pudimos ver el discurso que pone a los chinos y chinas como objeto de cuidado y protección, es el mismo que plantea las pautas para su educación ideal desde lo escolar, físico y moral, produciendo de este modo, ciudadanos modernos enmarcados en el ideal de nacional, como puede ser apreciado en la fotografía de los niños izando la bandera (fig. 5).
Esto nos conduce a la respuesta de la última pregunta ¿Qué relación tiene todo esto con la política colombiana? En vista de las exigencias internas y externas frente al cuidado de los niños y niñas, la muy bien recibida noción de familia nuclear y los valores que trajo consigo la modernidad, el Estado colombiano debía ser capaz de brindar una respuesta efectiva que se evidenciará en una política pública lo suficiente fuerte como para atender dichas necesidad, pero al mismo tiempo que fuese lo suficientemente robusta para tener impacto hasta hoy día.
Las dos últimas fotografías (Figs. 10 y 11) suceden a la década de 1960 y permiten ver los alcances que han tenido tanto los idearios modernos en relación con a la infancia como la Ley de Bienestar Familiar posterior a la creación de esta última. Ya que, por un lado en la fotografía 9, podemos observar a niños pertenecientes a distintas instituciones participando en competencias de ajedrez que datan del año 1970 y, por. otro lado, una fotografía de la década de 1990 del programa televisivo “El Club de los Bulliciosos”, que resalta por su extrañeza al ser una fotografía a color, algo poco usual dentro de la producción de Caicedo. Este programa se caracterizó por realizar competencias de conocimientos y, por como se puede apreciar en esta imagen, fomentar valores.
Figura 10
Figura 11
Así podemos evidenciar que la efectividad del discurso en torno a la niñez ha sido tal, que en décadas posteriores a la creación de la Ley de Bienestar Familiar no solamente se buscaba fomentar la moral, el intelecto y la disciplina mediante la educación escolar y física. En cambio, la efectividad sobre la educación integral incluyó, además, el ocio y contenido que consumen los chinos y chinas como instrumentos pedagógicos, llegando así a nuevos medios como lo es la televisión.
A modo de cierre, quiero volver a nuestra imagen principal de las Olimpiadas Infantiles organizadas por el Instituto de Bienestar Familiar en 1979. Como pudimos ver, a partir de una fotografía se pueden desprender una serie de lecturas respecto a los elementos que la componen, logrando entender que una imagen fotográfica no es tan pasiva como puede aparentarlo, más bien, puede permitirnos ahondar en temáticas profundas como la niñez desde su contexto político e histórico.
Conforme a esto, me gustaría expresar dos cosas. La primera, entender las fotografías o archivos fotográficos como huellas o pistas de los hechos sociales que acontecen en determinados momentos y lugares. No como los sucesos en su totalidad, pero sí como momentos específicos que permiten vislumbrar de manera más amplia un suceso histórico, a forma de sinécdoque. Para este caso, la niñez colombiana durante la segunda del siglo XX y la conformación de la Ley del Bienestar Familiar, a raíz de el análisis visual que permitía descifrar valores y situaciones históricas en las que se inscriben las fotos aquí presentadas.
La segunda, el estudio del archivo fotográfico como la posibilidad de descubrir nuevas narrativas, inquietudes y diálogos alrededor de cuestiones identitarios y procesos históricos. Con esto hago referencia a archivos como el de Carlos Caicedo, archivos poco explorados y que se presentan como nuevas formas de ver el pasado y su relación con el presente, que para el caso colombiano representan la oportunidad de contribuir a nuestra memoria visual y ver otros horizontes del pasado que vayan más allá de los ya estudiados exhaustivamente por disciplinas como la historia.